domingo, 23 de noviembre de 2014

Soy Maestra

Soy una maestra. Nací en el instante en que surgió una pregunta de la boca de un niño. He sido muchas personas en muchos lugares. Soy Sócrates animando a los jóvenes de Atenas a descubrir nuevas ideas a través de las preguntas. Soy Anne Sullivan horadando los secretos del universo para ponerlos en la mano extendida de Helen Keller. Soy Aesop y Hans Christian Andersen revelando la verdad por medio de innumerables narraciones. Soy Marva Collins peleando por el derecho de todos los niños a la educación. Soy Mary McCleod Bethune edificando una gran universidad para mi pueblo, usando cajones vacíos de naranjas como pupitres. Soy Bel Kaufman luchando para ir en contra de la corriente. Los nombres de quienes practicaron mi profesión han ganado el reconocimiento de la humanidad… Booker T. Washington, Buda, Confusio, Ralph Waldo Emerson, Leo Buscaglia, Moisés y Jesús. Soy también aquellos cuyos nombres y rostros se han olvidado hace mucho tiempo, pero cuyas lecciones y carácter se recordarán siempre en los logros de sus alumnos. He llorado de alegría en las bodas de los antiguos alumnos, he reído con regocijo en el nacimiento de sus hijos, y he permanecido con la cabeza inclinada por el dolor y la confusión en las tumbas cavadas demasiado pronto para cuerpos demasiado jóvenes. En el transcurso de un día se me ha pedido ser actor, amiga, enfermera y médica, entrenadora, halladora de objetos perdidos, prestamista, chofer de taxi, psicóloga, madre sustituta, vendedora, política y defensora de la fe. Dejando a un lado los mapas, planos, fórmulas, verbos, historias y libros, no he tenido en realidad nada qué enseñar porque mis estudiantes han aprendido por sí mismos, y sé que se necesita el mundo entero para decirte quién eres. Soy una paradoja. Hablo más alto cuando escucho más. Mis más grandes regalos son lo que quiero recibir, agradecidamente, de mis alumnos. La riqueza material no es una de mis metas, pero soy un buscador de tesoros de tiempo completo, en mi búsqueda de nuevas oportunidades para que mis estudiantes puedan usar sus talentos, en mi constante búsqueda de esos talentos que a veces yacen enterrados en la autoderrota. Soy la más afortunada de todos quienes trabajan. A un médico se le permite traer una vida en un momento mágico. A mí se me permite que esa vida renazca día a día con nuevas preguntas, ideas y amistades. Un arquitecto sabe que si construye con cuidado, su estructura puede permanecer por siglos. Un maestro sabe que si construye con amor y verdad, lo que construya durará para siempre. Soy una guerrera que batalla diariamente contra la presión de los amigos, de la negatividad, del temor, de la conformidad, de los prejuicios, de la ignorancia y de la apatía. Pero tengo grandes aliados: la inteligencia, la curiosidad, el apoyo de los padres, la individualidad, la creatividad, la fe, el amor y la risa, todos ellos me ayudan a levantar mi bandera con su apoyo insuperable. ¿Y a quién tengo que agradecer esta maravillosa vida que tengo la suerte de experimentar, sino a ustedes el público, los padres? Porque me han concedido el gran honor de confiarme su mayor contribución a la eternidad: sus hijos. Y de esa manera tengo un pasado rico en recuerdos. Tengo un presente desafiante lleno de aventuras y entretenimiento, porque se me permite emplear mis días en el futuro. Soy una maestra… y doy gracias a Dios por eso todos los días.

martes, 18 de noviembre de 2014

Antes de ser mamá

Antes de ser mamá...yo comía mi comida caliente. Mi ropa lucía planchada y limpia todo el día. Podía sostener largas y tranquilas conversaciones telefónicas. 

Antes de ser mamá... me dormía tarde, tan tarde como quería, y jamás me preocupaban las desveladas. Cepillaba y cuidaba mi pelo, lucia uñas largas y hermosas. Mi casa estaba limpia y en orden, no tenía que brincar juguetes olvidados por todos lados. 


Antes de ser mamá... no me apuraba si alguna de mis plantas era venenosa, ni pensaba en lo peligroso de las escaleras o las esquinas de mis muebles. No dejaba mi tiempo en consultas mensuales con el doctor, ni consideraba siquiera la palabra vacuna. 



Antes de ser mamá... no tenía que limpiar comida del piso, ni lavar las huellas de pequeños deditos marcadas en los vidrios. Tenía control absoluto de mi mente, mis pensamientos, mi cuerpo y mi aspecto físico... Dormía toda la noche y los fines de semana eran totalmente relajados. 



Antes de ser mamá... no me entristecían los gritos de los niños en la consulta médica. No tuve jamás que detener, con lágrimas en mis ojos, una piernita que sería inyectada. Yo nunca sentí un nudo en la garganta al mirar a través de unos ojos llorosos y una carita sucia. No conocía la felicidad total con sólo recibir una mirada. No pasaba horas mirando la inocencia dormir en una cuna. Nunca sostuve a un bebé dormido sólo porque no quería alejarlo de mí. 



Antes de ser mamá... nunca sentí que mi corazón se rompía en un millón de pedazos al no poder calmar el dolor de un niño. Nunca supe que algo tan pequeño, podía afectar tanto mi mundo. Nunca supe que podía amar a alguien de ese modo, nunca supe que amaría como una madre. 



Antes de ser mamá... yo no conocía el sentimiento que provoca tener mi corazón fuera de mi cuerpo. No sabía qué tan especial me sentiría al alimentar a un bebé hambriento. No sabía de esa cercanía inmensa entre una madre y su hijo. No sabía que algo tan chico podría hacerme sentir tan importante. No sabía que es más importante edificar una vida, que un título profesional, o una posición en un trabajo. 



Antes de ser mamá... no imaginaba tanta calidez, tanta dulzura, tanto amor. No imaginaba lo grande y lo maravilloso que sería. No imaginaba la satisfacción de ser madre. No sabía que yo era capaz de sentir tanto. 



Hoy no imagino mi vida sin esa pequeña sonrisa pícara y traviesa, sin esa huella de chocolate en la pared, sin ese olor a pureza, sin escuchar de unos pequeños labios esa palabra corta y larga a la vez... "mamá". 



lunes, 17 de noviembre de 2014

Ser MAESTRA...

¿Cómo explicarles lo que significa esto?

Cuando crecemos tenemos que ir tomando decisiones para comenzar a formar nuestro futuro, algunas personas deciden estudiar abogacía, medicina, arte, Ingeniería, psicología,  entre otras carreras muy interesantes.
Pero cuando tuve que tomar esa decisión decidí ser maestra.
Que linda carrera no? Una carrera en la que uno se dedica al cuidado y a enseñar a un grupo de niños que recién comienzan a descubrir y conocer la vida, el mundo.
Que lindo que es poder transmitir los valores y el amor que tengo, esas ganas de educar y ver los resultados de lo que trato de trasmitir a cada uno de ellos y veo un pequeño aprendizaje desde el momento en que se ven y se saludan con besos y abrazos.
Llegar a la escuela y ver una carita de una personita tan pura e inocente es algo verdaderamente increíble, es también increíble como pueden llenarme el alma con sus cosas, sus peleas, llantos, risas, conversaciones, juegos, imitaciones, gestos.
A veces uno pasa por momentos de alegría y también tristeza, pero descubrí que ellos pueden transformar esos días tristes en días de felicidad; experimentar en un fuerte abrazo como tu alma se llena de paz, es algo que no puedo explicar, como se trasmite esa pureza, esa dulzura, esa fuerza que solo ellos tienen.
Ser Maestra implica mucho mas que un compromiso, implica dar todo lo que uno lleva a dentro para transmitirlo de la mejor forma a cada uno de ellos, para que crezcan felices y con paz dentro de sus corazones.
Ojalá que nunca cambien los valores que los seres humanos tenemos que llevar dentro para ser cada día mejores personas y para que el día de mañana tengamos todo lo que nos hace verdaderamente feliz, siendo siempre nosotros mismos y dando lo mejor de cada uno sin pretender nada a cambio
Gracias por confiar en mi, el regalo mas importante "La confianza", gracias por dejar que pueda dar todo lo que tengo a sus hijos.
Gracias por todas las demostraciones de confianza que recibo y gracias por formar parte de mi vida, las cosas que vivo acá dentro y con cada uno de sus hijos son experiencias que jamás voy a olvidar, me hacen feliz, me alimentan de pureza y paz y me hacen sentir plena.
Gracias por darme la posibilidad de poder decirles lo que significa este trabajo
Gracias por todo y por confiar, que eso es muy importante para mí
Otra vez gracias.


Un día en el preescolar.



domingo, 16 de noviembre de 2014



La Educación Inicial


     La Educación Inicial tiene como propósito fundamental cumplir con el mandato constitucional que establece que toda persona tiene derecho a una Educación Integral de Calidad, permanente, en igualdad de condiciones y de oportunidades; expresa que la educación es obligatoria y gratuita en todos sus niveles desde el maternal.

¿Por Qué la Educación Inicial?


     El término "Educación Preescolar" como anteriormente se denominaba la primera Etapa del Sistema Educativo, no refleja de manera amplia y adecuada la verdadera esencia de esta, ya que la misma sólo tiene una connotación de escolarización. Es por esta razón que la Educación Preescolar pasa a denominarse Educación Inicial, dando así cabida a una concepción que la caracteriza como una etapa de atención al niño y la niña, que abarca desde la gestación hasta los 6 años, a través de la atención convencional y no convencional, con la participación de la familia y la comunidad.

     La Educación Inicial con un sentido humanista y social, es un derecho y un deber social, tal como lo consagra la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. En tal sentido, concibe a la niña y al niño, como sujetos de derecho, desde una perspectiva de género, seres sociales, integrantes de una familia y de una comunidad, que poseen características personales, sociales, culturales y lingüisticas particulares y que aprenden en un proceso constructivo y relacional con su ambiente. Asimismo, la Educación Inicial privilegia a la familia como el primer escenario de socialización, donde se asegura la formación de la personalidad, de los valores y de la ciudadanía.

    Por ende, la Educación Inicial se concibe como una etapa de atención integral al niño y a la niña desde su gestación hasta cumplir los 6 años, o cuando ingresen al primer grado de Educación Básica, a través de la atención convencional y no convencional, con la participación de la familia y la comunidad. Comprende dos niveles: maternal y preescolar, con base al artículo 103 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela que establece: "La educación es obligatoria en todos sus niveles, desde el maternal hasta el nivel medio diversificado". Asimismo, hace énfasis en la atención pedagógica como un proceso continuo dirigido al desarrollo y al aprendizaje.

     El nivel maternal se refiere a la educación integral de niños y niñas, desde la gestación hasta cumplir los 3 años de edad, en la cual la familia y especialmente la madre, cumplen un papel fundamental, considerando las características de desarrollo y las necesidades de este grupo etéreo, especialmente las de afecto y comunicación. Igualmente, un elemento importante en esta fase de vida es que el niño y la niña necesitan el contacto humano     fí­sico, la relación madre-hijo o hija, para establecer el   vínculo que permitirá el desarrollo social y emocional. Ese vínculo o apego constituye el primer lazo social que se desarrolla entre madre e hijo/a, base de la socialización del ser humano.

    Aún cuando los niños y las niñas del nivel maternal serán atendidos por la vía institucional en los Centros de Educación Inicial, prevalecerá su atención por la vía no convencional, a través de orientaciones directas a la familia, en centros comunitarios (ludotecas y centros de atención integral) y a través de medios de comunicación masiva y alternativa (radio, televisión, material impreso). El nivel maternal incluye la orientación a las mujeres embarazadas en las Áreas de salud, alimentación y estrategias para favorecer el desarrollo de manera que al nacer el niño y la niña cuenten con potencialidades que les permitan avanzar en su desarrollo integral.

     El nivel preescolar se orienta a niños y niñas desde los 3 años hasta cumplir los 6 años o hasta su ingreso a primer grado de Educación Básica, al igual que el nivel maternal ofrece atención en instituciones educativas, en la familia y en la comunidad. Se continúa con la atención integral de el niño y la niña, fortaleciendo el Área pedagógica ejecutada por distintos actores educativos o personas significativas, que promueven experiencias de aprendizaje que faciliten el desarrollo pleno de sus potencialidades, para que puedan encarar con éxito la escolarización de la Educación Básica.